LA MUERTE NO IGUALA: HONOR Y HOMENAJE A LOS DIBUJANTES ASESINADOS Y DESPRECIO Y SOLEDAD PARA LOS ASESINOS YIJADISTAS  |  

17.01.2015
La agencia Reuters documentó gráficamente el funeral de otro dibujante. Los seguidores de Tignous , fieles al humor negro del dibujante, escribieron en su féretro frases como "ataúd en madera de bambú no es para comer", "no hagan bromas sobre entierros" y "mirá, mis dibujos están mejorando". Incluso trazaron un 'kit para sobrevivir en el paraíso', comprendido por un habano, una botella de ron y un lápiz.

 
El acto terrorista de París en el que tres terroristas sumieron en el miedo a la ciudad entera y en el que murieron 17 personas, también ha roto el tópico de que la muerte nos iguala. Por lo menos, en este caso, la situación es bien distinta.
Por un lado, y trascurrida más de una semana, las autoridades francesas todavía no saben cómo enterrar a los tres terroristas abatidos, cuyos cuerpos siguen en un Instituto médico-legal de la capital.
Por el otro Los restos mortales de los dibujantes asesinados que están siendo homenajeados de diferentes formas. Por ejemplo, ayer los restos de "Charb", el director de "Charlie Hebdo", entraron en el Halle Saint-Martin escoltados por la Internacional, convertida en triste canto fúnebre, según imágenes retransmitidas por televisión. Pero también hubo, además bromas y músicas festivas. Familiares, amigos y colegas supervivientes de la revista, las ministras de Educación, Justicia y Cultura, la alcaldesa de París, numerosos políticos y cientos de ciudadanos anónimos deseosos de rendirles un último homenaje acudieron a la ciudad de Pontoise, al oeste de París. En su interior le esperaban medio millar de personas, mientras muchas otras permanecían en la calle, contemplando el acto desde una gran pantalla exterior. Y acabado el acto, a hombros de sus familiares, el féretro de "Charb" tomó el camino del cementerio al son de una fanfarria que acompañó igualmente las últimas palabras de su amigo y colaborador Patrick Pelloux, quien cerró la ceremonia sin poder al final evitar el llanto.
Hoy en París se realizará la despedida de gran caricaturista Philippe Honoré, más conocido como "Honoré", y del corrector de pruebas de origen argelino Mustapha Ourrad.
Y no es lo mismo. Y se ha roto el tópico, porque mientras todo esto ocurría con los asesinados, los asesinos Amedy Coulibaly y los hermanos Said y Chérif Kouachi siguen en la soledad de las cámaras frigoríficas.
La legislación francesa en materia funeraria dispone que hay tres posibilidades para enterrar a un difunto: bien en el lugar del deceso, en su lugar de residencia o allí donde se disponga de un mausoleo familiar.
Según el diario "Le Journal du Dimanche", la familia de los Kouachi quiere enterrar a los dos hermanos en un cementerio musulmán de la localidad de Reims (norte), donde vivía uno de ellos, pero su alcalde, el conservador Arnaud Robinet, se opone. Robinet ha rehusado que los Kouachi sean enterrados en Reims: en el caso de Chérif, de 32 años, porque no residía en Reims, sino en Gennevilliers, en la periferia parisina, y, en el de Said, para evitar que su tumba se convierta en un lugar de culto. "No quiero que el municipio se convierta en un lugar de peregrinación para iluminados que aticen el odio", aseguró Robinet.
Otra posibilidad, que analiza el diario "Le Figaro", es que los dos hermanos terminen en el camposanto de Dammartin-en-Goële, donde fueron abatidos por la Policía el pasado viernes.
"Si el municipio debe obedecer, lo hará. Pero preferimos evitarlo", declaró a ese diario una fuente cercana al alcalde de esa localidad al noreste de París.
La misma lógica podría aplicarse con Amedy Coulibaly, el tercero de los terroristas, quien residía en Fontenay-aux-Roses, en la región parisina, aunque también podría ser enterrado en la capital, donde falleció.
En declaraciones a la cadena "BFM TV", Jean-Luc Bringuier, jurista especializado en derecho funerario, recordó que una Alcaldía no puede oponerse al entierro. "La alcaldía puede, eventualmente, retrasar el día y la hora, darle sepultura anónima o rechazar que haya inscripciones en la estela funeraria. Son de nacionalidad francesa, no lo olvidemos. La inhumación es un derecho adquirido por las personas que mueren", explicó.
En la misma línea se pronunció el presidente del Observatorio contra la Islamofobia, Abdallah Zekri, quien declaró que "no se les puede tirar a la basura". "Un muerto es un muerto. A Merah se le enterró hace varios años y no ha ido gente a celebrarlo como un héroe ni profanaciones de su tumba. Se les entierra, se les echa ahí y no se habla más. Hay que olvidarlos completamente", agregó en alusión a Mohamed Merah, terrorista francés de origen argelino que en 2012 mató a siete personas en Toulouse y sus alrededores.
Merah, de 23 años cuando fue abatido por las fuerzas del orden, recibió sepultura en una discreta ceremonia en el cementerio musulmán de Cornebarrieu, a pocos kilómetros de Toulouse (sur).
 
 
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